La historia de Marc

Hola a tod@s!!!

Hoy os traigo un relato que seguro que os va a encantar. Es la historia de una buena amiga, que conocí a través de la Asociación de Prematuros que hemos creado en el Hospital Josep Trueta de Girona (APREMGIR) pero en cambio ella junto a otras compañeras la crearon en la Vall d’Hebron de Barcelona.

Al igual que yo, son mamás que han pasado por una experiencia muy fuerte, y porque no decirlo también traumática, en muchos casos. Se han visto tan vinculadas a todo este mundo que dan todo su apoyo y ayuda a todas las nuevas familias que se ven inmersas en esta nueva realidad.

Todo empezó el 7 del 7 del 2010, mis padres vinieron ese día (viven en Madrid) a pintar la habitación y empezar a preparar las cosas del peque (mi marido por trabajo estaba fuera). Ese día salimos por la tarde a pasear, y yo no me encontraba muy bien así que nos volvimos a casa. Esa misma noche al ver que seguía teniendo dolores decidí ir al hospital (Quiron) a que vieran que pasaba. Allí me dijeron que estaba de parto y que al ser de 26 semanas me fuera a un hospital público, cosa a la que me negué, si no me querían allí por lo menos que me trasladen en ambulancia, y al final fue así, mientras esperaba ya me pusieron la primera dosis de corticoides.
Llegue al Vall d’Hebron con contracciones y dilatada, consiguieron frenar un poco el parto, lo justo para que llegase mi marido, hacer una amniocentesis, poner otra dosis de corticoides y los resultados de la amnio, tenía una infección, así que el parto era inminente. Hacía 48h estaba pensando en pintar su habitación y ahora no sabía si tendría un bebé que la ocupara.
Marc nació por parto natural a las 26 semanas pesando 780gr.
Pude verlo apenas unos segundos antes de que se lo llevaran a su nuevo hogar.
Sobre las 12 de la noche de ese mismo día pude bajar a neonatos a verlo. Era tan pequeñito y tan bonito.
2 días después a mi me dieron el alta y tuvimos que volver a casa sin barriga y sin niño, una de las peores noches que pasamos, aunque a partir de aquí poco pudimos dormir.
Unos días más tardes confirmaron que la medicación no había funcionado y había que operarlo del ductus. No llegaba ni al kilo cuando le operaron del corazón. La operación duro poco más de media hora y salió todo bien. Ahora sólo quedaba el oxígeno.
A los 20 días de vida vieron que sus pulmones no reaccionaban bien y tuvieron que ponerle la «alta frecuencia» que es un tipo de respiración asistida en la cual el bebé tiene que estar completamente sedado. Tras 8 días con este respirador empezó a mejorar y pudieron despertarle.
Tuvo que pasar un mes de vida para que pudiera cogerle y hacer el método canguro. Era una personita tan diminuta que se perdía entre mi piel.  Poco a poco fue ganando peso y respirando cada vez mejor.
Nos dió algún que otro susto pero nada en comparación a lo que ya habíamos pasado.
Empezamos a vestirle y pasó a ser el muñeco de las enfermeras, el más grande que había en UCI neonatal.
Estuvo sus primero 3 meses y medio en el hospital, para aprender a hacer cosas que no tenía que hacer, aprendió a respirar, a comer, a hacer caca. Todo lo tuvo que aprender.
Ahora con más de 5 años es un niño muy listo, pero sigue conservando un retraso madurativo de los 3 meses que le faltaban.

Espero que os haya gustado y seguramente emocionado como a mí. Son momentos muy duros que se pasan y, con muchos miedos, que sólo lo sabemos los que pasamos por ello (y eso que yo, gracias a Dios, lo de Paula no fue nada comparado con la historia de Marc).

Muchas veces creo que no sabemos o no queremos exteriorizar todos los miedos por los que pasamos en esos momentos y, sí, tenemos junto a nosotros a nuestra familia, pero creo que en esos momentos ni tan siquiera ellos pueden llegar a saber por lo que pasamos realmente, como padres, y muchas veces es porque somos nosotros mismos los que les engañamos y les decimos que «tranquilos todo va bien…ya está mejor, pronto nos iremos a casa, o pronto nos darán los resultados y verás que todo va bien, etc» al final casi somos nosotros los que somos fuertes y positivos y vamos tirando del carro de todos, sin saber que si «tiras de la cuerda más de lo posible, se puede acabar por romper».

Gracias.
Ropaprematuros.com

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